Según un informe de «Eglises d’Asie» (EDA), una organización cristiana para los derechos humanos, ha habido 464 atentados anticristianos en la India en los últimos 20 meses. Karnataka es el estado de India con «el mayor número de ataques anticristianos en estos últimos meses». El dato lo confirma el «Consejo Global de los Cristianos Indios» (GCIC), incidiendo también en que Karnataka es el estado indio que ha registrado el mayor número de actos de violencia anticristianos. EDA ha catalogado 87 atentados declarados, cometidos en su mayor parte «en los lugares de reunión de fieles». Estos informes se dieron a conocer la primera semana de noviembre de 2007.
A Karnataka siguen, por índice de violencia, Madhya Pradesh, que ha registrado 30 en el mismo lapso.
El presidente del GCIC proporcionó un informe al «National Human Rights Council» (Consejo Nacional de Derechos Humanos) de la India, indicando el total de 464 atentados anticristianos en el país en los últimos veinte meses. El GCIC presentó además ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado (SHRC) un informe pidiendo que se abra una investigación independiente.
Según la organización, el aumento de los atentados anticristianos en Karnataka tiene conexión con la llegada del partido Bharatiya Janata (BJP) a la coalición gubernamental. Según esta versión, el partido habría fomentado «el clima de impunidad reinante respecto a los actos de violencia cometidos en nombre de la ‘hindutva’», ideología de la extrema derecha hindú.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos transmitió una copia del informe al secretario general del Gobierno de Karnataka, pidiendo una respuesta en las tres semanas siguientes a su entrevista con altos funcionarios responsables de la seguridad y del respeto al orden público.
Según la organización cristiana de derechos humanos, «la policía se niega, en la mayor parte de los casos, a registrar las denuncias o a realizar una indagación seria». «Si se registra una denuncia, la justicia se revuelve a menudo contra las víctimas», por lo que muchas agresiones no llegan al conocimiento de las autoridades.